jueves, 3 de marzo de 2011

Mi buena suerte y mi pie izquierdo

-¿Buena suerte? ¡ja! ¡Buena suerte!

-¿Existe?
Pues claro que si, solo hay crear situaciones y así conseguirás tener buena suerte. ¡ja!
¡Ja ja ja!

-Yo sí que tengo buena suerte, en serio.
- ¿no os lo creéis? si no me creéis leer esto y os haré cambiar de opinión:

Todo esto empezó una tarde cualquiera de mes cualquiera dentro de una casa cualquiera de un pueblo cualquiera y con portátil cualquiera en el suelo de una habitación cualquiera.
-¿Qué raro no?
-¿Quién sería capaz de dejar un portátil cualquiera en el suelo de una habitación cualquiera?
-muy fácil, ¡cualquiera! ¿No?
-¡Pues no! Porque no era el suelo de una habitación cualquiera sino el de mi habitación y tampoco era un ordenador cualquiera, ¡¡¡ERA EL MIO!!! ¡¡¡MI ADOLFITO!!!
-yo, yo lo deje en el suelo, ¡yo soy cualquiera!

No era la 1ª ni la 2ª, ni incluso la 3ª vez que lo dejaba en el suelo, bueno en realidad llevaba en el suelo desde el primer día que lo compre.

Resulta la garantía se sella a los 15 días, esos 15 días se cumplieron en ese día cualquiera y claro, hasta ese día todo iba bien. Se puede decir que éramos muy felices juntos, yo le limpiaba los virus y él me contaba las noticias más recientes, me avisaba de los últimos emails recibidos…..lo nuestro era una relación envidiada por muchos.
Sucedió que en el 16º día de vida de mi Adolfito, mientras él estaba esperándome como cada día en el suelo de la habitación, por cosas de la buena suerte que por costumbre suele acompañarme, se me ablandó el corazón y decidí recoger mi ropa sucia del suelo, para alegría de mi madre, que ya me estaba poniendo de los nervios con la cancioncilla de siempre:
-Recoge…Recoge...Recoge.

¡Eh!, ¡No dejéis de leer, ahora viene lo mejor!

Adolfito seguía donde lo deje ayer por la noche, tan quieto y callado como siempre, esperando nuestro encuentro diario, pero mi gran amiga la buena suerte decidió actuar por su cuenta.
-Os preguntareis como lo hizo ¿verdad?
Pues, como no, con la actuación estelar de mi pie izquierdo, al que normalmente no le suelo dar el papel protagonista, pero en esta historia lo tuvo.

Después de recoger la ropa, me dirigí a llevarla a la terraza, donde se encuentra el cesto de la ropa sucia, cuando de repente, mí pie se encontró con algo ejerciendo una presión lo bastante fuerte para que hiciera un pequeño pero raro crujido.

-¿A saber lo que pisé? pensé en ese momento.

A medida que me iba alejando de la habitación hacia la terraza, iba recordando todo lo que había en el suelo para averiguar lo que podía haber pisado, cuando de repente un escalofrió recorrió todo mi cuerpo y una pequeña pero cegadora bombillita se encendió en mi cabeza. Algo me hizo pensar que era él, que era mi Adolfito quien estaba en el suelo.

Con una sensación rara entre miedo y rabia volví a la habitación y lo vi en el suelo medio debajo de una revista.
-¡Nooo!
- ¡No puede ser!

No me lo podía creer. Lo recogí del suelo, entre nervios, miedo y la esperanza de que mi pie hubiera hecho por si mismo ese sonido. Lo abrí y no, no fue mi pie, ahí estaba la mayor mancha del mundo, en el lado izquierdo de la pantalla.
No, no fue mi pie, señores y señoras, me lo acababa de cargar, me acababa de cargar a mi Adolfito.

-¡Mierda! (exclame para mis adentros)
-¿Por qué?, ¡Siempre a mí!

Seguramente, en ese preciso momento la buena suerte se reía a carcajadas de mi, sentada en la cama, viendo como mi expresión cambiaba de miedo, a rabia, acabando finalmente con la mayor cara de gilipollas que he puesto en mi vida.

-¡yo solita había dejado medio ciego a mi Adolfito!
-¡yo solita le había causado unas lesiones internas irreparables!
-¡yo solita había le había hecho un salvapantallas permanente!

Adolfito, esta personalizado, ya he dejado mi huella en su vida.

Ahora, casi un año después de este fatídico accidente, yo se que Adolfito ya me ha perdonado, a pesar de que su pantalla esta al 89,5% inutilizada yo no lo abandone, ni le di la patada por uno nuevo y más guapo, lo enchufe a su amigo monitor antiguo y ahora los tres somos felices, más felices que nunca, viendo fotos de Maresca, visitando páginas….

Por fin puedo decir una vez superado todo esto que me gusta mi Adolfito tal cual es con o sin pantalla, este o no astillada y sobre todo con su gran mancha y por eso grito:

-ADOLFITO, "CON MÁS PEGADA QUE NUNCA"

“frase de la campaña de abonos del Sevilla F.C. 2008-2009.”

                                                           
 La reconstrucción de esta historia basada en hechos reales se la dedico a:

 Adolfito, que siempre estuvo presente, en los buenos y malos momentos, cuando me rio con los amig@s por el msn, cuando navegamos por internet, cuando se queda colgado y me borra las 5 páginas que tenia escritas en el Word, cuando fallo o acierto los resultados del Sevilla en la porriela Y en otras muchas más ocasiones de nuestra vida diaria en común.

Señor Monitor Antiguo por hacer que yo y Adolfito podamos seguir siendo felices juntos y ayudarlo a salir de ese bache prestándole su ayuda cuando la necesitó.

1 comentario:

  1. Ainsssss, como me acuerdo yo de la mancha de Adolfito... Pobre, que quedó mutilado con tan poco tiempo de vida. Y lo mucho que le querías que no le abandonaste por otro...

    Eso es amor y lo demás son tonterías.

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